"Vengo a proponerles un sueño"
El 25 de mayo de 2003 Néstor Kirchner asumía como presidente de la República Argentina. “No voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada”, manifestaba en su discurso ante la Asamblea Legislativa. A lo largo de su gestión disminuyeron los índices de pobreza y desempleo, el país salió de la cesación de pagos y cancelo la deuda con el FMI, promovió una activa política en Derechos Humanos, reivindico la soberanía sobre las Islas Malvinas.
“Los argentinos queremos lo mismo aunque pensemos distinto, no es necesario hacer un detallado repaso de nuestros males para saber que nuestro pasado esta pleno de fracasos, dolores, enfrentamientos, energías malgastadas en luchas estériles” indicaba Néstor en su discurso de asunción. “Se trata de cambiar, no de destruir; de sumar cambios, no de dividir; de aprovechar las diversidades sin anularlas”.
“En la República Argentina para poder tener futuro y no repetir nuestro pasado necesitamos enfrentar con plenitud el desafío de cambio – afirmaba el por entonces presidente argentino -. Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, esta es la posibilidad de la transformación, del cambio cultural y moral que demanda la hora, cambio es el nombre del futuro”
Finalizando su discurso con una frase que seria premonitoria de las políticas que llevaría adelante durante su gestión, “vengo a proponerles un sueño, quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero además quiero un país más justo. Anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación, la nuestra.”
