Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

martes, 20 de septiembre de 2016

En homenaje a John William Cooke, en el día de su muerte.



 El bebe Cook en la milicia  cubana

¿Usted rechaza, por lo tanto, la tesis de que el peronismo es un freno contra el avance del comunismo?

Una cosa es que nosotros tengamos una visión de las cosas argentinas que difiere de la del Partido Comunista y tratemos de mantener la adhesión de las masas trabajadoras; otra muy diversa es unirnos al fanatismo regimentado que ve a los comunistas como criminales y a los países socialistas como enemigos del género humano. Esto es renunciar a la facultad de raciocinio y aceptar que el bando imperialista piense por nosotros. No necesito ser comunista para considerar que el principal responsable de la guerra fría es el imperialismo occidental, ni para comprender que el enemigo más grande que hoy tiene el género humano es la brutal plutocracia norteamericana.

En el orden nacional, la manera de mantener nuestro prestigio en la masa no es actuando como ayudantes de los pastores para que el rebaño no se ponga arisco, sino ofreciendo soluciones revolucionarias a los problemas reales. Los que están en la jugada de presentarnos como defensores del orden contra el comunismo desnaturalizan la esencia del peronismo. Y, además, cometen una estupidez. Salvo para los energúmenos que ven conspiraciones bolcheviques en cada lucha popular, el comunismo avanza porque hay razones económico-sociales que así lo determinan. Esas razones no desaparecerán y se trata de ver quiénes darán las soluciones. Los que piensan en “conciliaciones” entre las clases o en paternalismos equilibristas están al margen del tiempo, como los que hablan de corregir los “abusos” del capitalismo. Pero los que quieran dar soluciones, los que como nosotros aspiran a mantener su vigencia como movimiento de masas, tienen que ir al fondo de los problemas. No es posible enunciar aquí todas las cosas que debemos hacer, pero para terminar con el drama argentino hay algunas que son ineludibles, como ejemplo: dejar sin efecto convenios petrolíferos, eléctricos. etc.; denunciar tratados militares y compromisos belicistas; expropiar las instalaciones petrolíferas y demás bienes de los monopolios; expropiar a la oligarquía latifundista y a los grandes empresarios industriales; expropiar los bancos, puertos, servicios públicos; socializar grandes ramas de producción, hacer una reforma agraria que respete las características de nuestro agro pero que elimine muchas de las formas empresarias de explotación; planificar la economía en escala nacional; nacionalizar la gran industria pesada; controlar los sectores de la economía que deban mantenerse bajo el régimen de la propiedad privada, etc., etc. Eso significa terminar con la democracia capitalista y sustituirla por nuevas estructuras que reflejen el predominio de las fuerzas de progreso, dirigidas por el proletariado. Es decir, que estaremos vulnerando el "derecho" de la libre empresa, de la propiedad y otros valores igualmente sacros: en otras palabras, seremos "comunistas". Los factores de poder y la oligarquía en su conjunto nos consideran, desde ya, comunistas, porque nuestro triunfo implica el advenimiento de las masas que exigirán soluciones y las impondrán. Como dijo Perón: “las masas avanzarán con sus dirigentes a la cabeza o con la cabeza de sus dirigentes”. Nosotros lo sabemos y la reacción también lo sabe, así que los que se hacen los “ranas” no engañan a nadie, y menos a la oligarquía, que tiene sensibilidad de sobra cuando se trata de que no le toquen sus privilegios. Los que quieren desempeñar el papel de "defensores del orden" harán el deleite de los monseñores y de los espadones de moda, sirviendo de preservativos por poco tiempo. O impulsamos el avance de las masas -y entonces somos peligrosos y nos llamarán comunistas- o tratamos de frenarlas y entonces ayudamos a sembrar la confusión durante un tiempo y luego nos barrerán como a la demás resaca del orden caduco ocupando el partido comunista o quien sea, la dirección que hemos desertado.

¿Qué piensa de la unidad de las fuerzas populares?
La unidad es indispensable y será un paso previo al triunfo popular. Lo principal es para qué hacemos la unidad, cuáles son los objetivos cercanos (como por ejemplo las elecciones) y cuáles los grandes objetivos. Unidad para simple usufructo politiquero, no. Sí, en cambio, para dar las grandes batallas por la soberanía nacional y la revolución social. En la lucha contra el régimen como llegaremos más pronto a la unidad, forjada en la acción: dentro del régimen nos esperan sólo frustraciones y derrotas, y pequeños triunfos que serán desastres.

lunes, 19 de septiembre de 2016

FRENTE A LOS GOLPES DE LA DERECHA – La resistencia crece


La firmeza de las palabras de la compañera Dilma Roussef momentos después de consumarse el Golpe parlamentario contra su gobierno, muestra la disposición de lucha de millones de compatriotas, no sólo en Brasil sino en todo el continente latinoamericano, frente a la ofensiva restauradora que impulsa el imperialismo. “Creen que ganaron, pero están equivocados -advirtió Dilma-. Sé que todo el mundo va a luchar. Habrá contra ellos la oposición más firme, incansable y llena de energía que un gobierno golpista pueda sufrir.” Esto es lo principal, lo determinante, en particular frente a las trampas de quienes (por derecha y por ‘izquierda’) pretenden que nos ahoguemos en un mar de lágrimas. Es mucho lo que está en juego para las grandes mayorías.
Apenas unos días antes, el compañero Evo Morales denunció un intento de Golpe en Bolivia, dramáticamente corroborado al conocerse el brutal asesinato de su viceministro de Interior, quien fue linchado cuando procuraba destrabar un conflicto con empresas mineras que rechazan la sindicalización de sus trabajadores y pretenden asociarse a las grandes transnacionales. Se trató de un crimen político sin antecedentes. Buscaban una reacción del gobierno que posibilitara un desmadre de la conflictividad cuyo desenlace siempre es incierto. El gobierno del MAS no entró en la provocación aunque adoptó las medidas necesarias para frenar la embestida.
Venezuela bolivariana continúa siendo el blanco principal de los yanquis. Sincronizados con la asonada que destituyó a Dilma, la contrarrevolución buscó dar inicio a un proceso de desestabilización escalonado impulsando ‘La gran toma de Caracas’, que no fue tal por la masiva y decidida movilización de las fuerzas populares leales al liderazgo del compañero Nicolás Maduro. Desde la muerte del Comandante Chávez, no ha transcurrido un día en el que Venezuela no fuera objeto de una agresión: el protagonismo de las masas es lo que ha definido cada circunstancia en defensa de la Revolución.
En este marco de disputa continental (tal como lo caracterizó Cristina recientemente) se extiende en nuestro país el descontento social. El impacto de la aplicación del neoliberalismo fue configurando -en sólo 9 meses- un escenario en donde una clara mayoría de la sociedad adversa las políticas del gobierno nacional. El deterioro político de la Alianza Cambiemos se acentúa al asistir al crudo espectáculo de sus más encumbrados funcionarios quienes, cual autitos chocadores, se debaten entre la ineptitud, la torpeza, la desidia y la desorientación.
Sin embargo, es la política económica la que produce verdaderos estragos. En el mes de julio, la producción industrial de las Pymes cayó un 7,8 por ciento, la mayor en siete meses, con una caída anual del 4,9 por ciento. Los puestos de trabajo en la actividad de la construcción registraron una caída del 14, 4 por ciento durante junio. El dato representa la contracción más pronunciada desde 2007, cuando comenzó a realizarse la medición (IERIC). La parálisis de la obra pública y el desmantelamiento de los créditos para vivienda explican este retroceso histórico. En agosto las ventas de los comercios minoristas (medidas en cantidades) cayeron según la CAME 7,4 por ciento en relación a igual mes del año anterior, con una baja interanual de 6,7 puntos. Parecen datos inconexos pero no lo son: la participación de los trabajadores en el PBI retrocederá este año del 51,2 al 48,5 por ciento, casi tres puntos porcentuales.
En el transcurso de una semana se produjeron dos acontecimientos de envergadura que explican el título de este editorial. La Marcha de la Resistencia (que se extendió por 24 horas) y la Marcha Federal expresan dos momentos de un mismo camino de acumulación en la batalla contra la aplicación del neoliberalismo. El enemigo intentó contraponerlas intentando mostrar un kirchnerismo aislado y menguante. Pero no hay caso, los desvela el liderazgo de Cristina y por eso no pierden oportunidad para deslegitimarla políticamente. Lo que no contaron es que en la masividad de la Marcha Federal lo que primó fue un kirchnerismo suelto extendido en la masa de los trabajadores, que son los que cada día presionan con más fuerzas a sus dirigentes para que enfrenten con determinación al gobierno antipopular de Mauricio Macri. Los discursos de Máximo Kirchner y Hugo Yasky supieron expresar en ambas tribunas este sentir mayoritario.
El gobierno reaccionó con la verba represiva que los caracteriza, hablando de extremistas y planes subversivos. Se vienen meses de creciente conflictividad donde, además de los ataques del gobierno, deberemos estar atentos frente a quienes buscan dividir el campo popular y aportar base social hacia algunas de las alternativas que la derecha va perfilando, llámese Massa, “renovación peronista” o cómo se llame.
Resistencia, organización y conducción de Cristina. Sólo bajo estos preceptos, vamos a estar a la altura de las necesidades de nuestro pueblo.