Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

martes, 24 de junio de 2014

LA PATRIA O LOS BUITRES: No pasarán

La Argentina ha jugado un rol determinante durante la última década en la lucha frontal contra el neoliberalismo. En la resolución de la pesada herencia de los ’90 con anclaje en la dictadura, y con igual intensidad en la disputa global por un nuevo orden económico y financiero mundial. Siempre desde la tribuna latinoamericana. Néstor Kirchner fue el D’Artagnan en la batalla contra el ALCA (así lo bautizó el inmortal Chávez) pero incluso antes de ese hito histórico nuestro país ya había iniciado un proceso inédito de desendeudamiento soberano, con una quita extraordinaria, y con un requisito fundamental: nunca a costa del hambre del pueblo. La deuda externa fue y es la principal cadena de la dependencia de nuestras naciones frente a los factores de poder mundial. Durante la fase neoliberal del capitalismo, el sometimiento llegó a niveles de sumisión neocolonial. Entonces, la posición de la Corte Suprema de los Estados Unidos, que en los hechos ratifica el fallo del buitre Thomas Griesa, no busca otra cosa que el escarmiento político. Pasamos de ser el mejor alumno a los peores del aula. “La agresividad del imperialismo y la derecha contra Cristina está asociada a la decisión soberana de liberarnos del peso de la deuda externa y los condicionamientos del FMI. Esas dos medidas no las perdonan”. Son palabras de Jorge Pereyra en su último Comité Central, el 2 de marzo de 2013. Una definición exacta.
La disputa trasciende las fronteras argentinas y divide aguas en el escenario internacional. En respaldo de nuestro país cerraron filas la CELAC, UNASUR, los BRICS y días atrás el G-77 + China reunido en Bolivia. Todos poderosos instrumentos del mundo multipolar. También naciones hundidas en crisis terminales que buscan reestructurar sus deudas. Incluso aliados circunstanciales miembros del G-20. Pero el hecho sobrepasa también la coyuntura específica e incorpora un debate más general. Cuál es el destino del mundo bajo el imperio de la especulación, de la timba, del dinero ficticio. En diferentes oportunidades el compañero Fidel alertó, con precisión científica, sobre la contradicción principal que hoy sacude al planeta: es la oligarquía financiera transnacional o la existencia misma de la humanidad. Con otros términos, la compañera Cristina ahondó sobre el mismo enfoque días atrás: “Puede parecer una consigna idealista o tal vez utópica: ‘Hacia un nuevo orden mundial para vivir bien’. Si no lo hacemos a tiempo, deberíamos hasta suprimir la palabra ‘bien’, porque vamos a tener que llegar un día a convocar a una reunión que diga simplemente: ‘Hacia un nuevo orden mundial para poder seguir viviendo’”.
Los fondos buitre son la escoria del movimiento especulativo, se mueven entre la carroña como son los activos financieros de países quebrados. La deuda emitida bajo legislación extranjera (resabio estructural de la dependencia neoliberal) es lo que les permite jugar de local en este tipo de maniobras, generando el escenario artificial y prefabricado de una Argentina al borde del abismo. El momento tampoco es casual, nuestro país venía liberándose de escollos financieros (CIADI-Repsol-Club de París) que trababan nuestras posibilidades y eran pasto además para la desestabilización económica, con eje en el dólar principalmente. Pero ya lo dijo la Presidenta por cadena nacional, “no vamos a ser sometidos a ninguna extorsión”. Ni de afuera ni de adentro. Lo anunció nuestro ministro de Economía Axel Kicillof, esto no nos sorprende, por eso se instrumentarán los mecanismos necesarios para preservar nuestra política de desendeudamiento, nuestra estabilidad y nuestra soberanía.
La Argentina, mal que les pese a algunos, conforma el pelotón de vanguardia de los que se plantan y desafían las imposiciones del imperialismo, y luchan con voluntad de acero porque un mundo mejor no solo es posible, es el único posible. Cristina es la conductora del proyecto nacional, la líder de nuestro pueblo, y ejerce también un liderazgo fundamental en el concierto de las naciones emergentes. Por eso, que quede claro: Cristina no está sola. Estamos tranquilos y seguros. No pasarán.

Editorial del periódico "Nuestra Palabra" del PCCE

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viernes, 13 de junio de 2014

1918 La Reforma Universitaria

Manifiesto Liminar

La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América
Manifiesto de la Federación Universitaria de Córdoba - 1918

Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resulto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.

La rebeldía estalla ahora en Córdoba y es violenta, porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y porque era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contra-revolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la Ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza, y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.

Nuestro régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de Autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios, no solo puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la substancia misma de los estudios. La autoridad en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no a una labor de Ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclama el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de Ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.
Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de Autoridad que en estas Casas es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa-dignidad y la falsa-competencia.

Ahora advertimos que la reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Córdoba por el Dr. José Nicolás Matienzo, sólo ha venido a probar que el mal era más afligente de los que imaginábamos y que los antiguos privilegios disimulaban un estado de avanzada descomposición. La reforma Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en torno de los mediocres han encontrado en ella un inesperado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de una orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estímulo; la redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son -y dolorosas- de todo el continente. Que en nuestro país una ley -se dice- la de Avellaneda, se opone a nuestros anhelos. Pues a reformar la ley, que nuestra salud moral los está exigiendo.

La juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo aún de contaminarse. No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros. Ante los jóvenes no se hace mérito adulando o comprando. Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores, seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones. En adelante solo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos constructores de alma, los creadores de verdad, de belleza y de bien.

La juventud universitaria de Córdoba cree que ha llegado la hora de plantear este grave problema a la consideración del país y de sus hombres representativos.
Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Córdoba, con motivo de elección rectoral, aclara singularmente nuestra razón en la manera de apreciar el conflicto universitario. La Federación Universitaria de Córdoba cree que debe hacer conocer al país y América las circunstancia de orden moral y jurídico que invalidan el acto electoral verificado el 15 de junio. El confesar los ideales y principios que mueven a la juventud en esta hora única de su vida, quiere referir las aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que está quemando el viejo reducto de la opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad no se han presenciado desordenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente. Referiremos los sucesos para que se vea cuanta vergüenza nos sacó a la cara la cobardía y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y del engaño artero que pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. El sentido moral estaba oscurecido en las clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales.

El espectáculo que ofrecía la Asamblea Universitaria era repugnante. Grupos de amorales deseosos de captarse la buena voluntad del futuro rector exploraban los contornos en el primer escrutinio, par inclinarse luego al bando que parecía asegurar el triunfo, sin recordar la adhesión públicamente empeñada, en el compromiso de honor contraído por los intereses de la Universidad. Otros -los más- en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocación de la Compañía de Jesús, exhortaban a la traición y al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa religión que enseña a menospreciar el honor y deprimir la personalidad! ¡Religión para vencidos o para esclavos!). Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de una juventud. Se creía haber conquistado una garantía y de la garantía se apoderaban los únicos enemigos de la reforma. En la sombra los jesuitas habían preparado el triunfo de una profunda inmoralidad. Consentirla habría comportado otra traición. A la burla respondimos con la revolución. La mayoría expresaba la suma de represión, de la ignorancia y del vicio. Entonces dimos la única lección que cumplía y espantamos para siempre la amenaza del dominio clerical.
La sanción moral es nuestra. El derecho también. Aquellos pudieron obtener la sanción jurídica, empotrarse en la Ley. No se lo permitimos. Antes de que la iniquidad fuera un acto jurídico, irrevocable y completo, nos apoderamos del Salón de Actos y arrojamos a la canalla, solo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a continuación, sesionada en el propio Salón de Actos de la Federación Universitaria y de haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de la huelga indefinida.
En efecto, los estatutos reformados disponen que la elección de rector terminará en una sola sesión, proclamándose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas y aprobación del acta respectiva. Afirmamos sin temor de ser rectificados, que las boletas no fueron leídas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado, y que, por consiguiente, para la ley, aún no existe rector de esta universidad.

La juventud Universitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nombres ni de empleos. Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad. Las funciones públicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La consigna de "hoy par ti, mañana para mí", corría de boca en boca y asumía la preeminencia de estatuto universitario. Los métodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la Universidad apartada de la Ciencia y de las disciplinas modernas. Las lecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos textos, amparaban el espíritu de rutina y de sumisión. Los cuerpos universitarios, celosos guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo que la conspiración del silencio puede ser ejercitada en contra de la Ciencia. Fue entonces cuando la oscura Universidad Mediterránea cerró sus puertas a Ferri, a Ferrero, a Palacios y a otros, ante el temor de que fuera perturbada su plácida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolución y el régimen cayó a nuestros golpes.
Creímos honradamente que nuestro esfuerzo había creado algo nuevo, que por lo menos la elevación de nuestros ideales merecía algún respeto. Asombrados, contemplamos entonces cómo se coaligaban para arrebatar nuestra conquista los más crudos reaccionarios.

No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, no al juego de intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su primera palabra: "prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes". Palabras llenas de piedad y amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia Universitaria!. Recojamos la lección, compañero de toda América; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad; ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria, tiránica y obcecada, que ve en cada petición un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelión.
La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio de los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.
La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su Federación, saluda a los compañeros de la América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.

21 de junio de 1918.

Enrique F. Barros, Horacio Valdés, Ismael C. Bordabehere, presidente. Gurmensindo Sayago, Alfredo Castellanos, Luis M. Méndez, Jorge L. Bazante, Ceferino Garzón Maceda, Julio Molina, Carlos Suárez Pinto, Emilio R. Biagosch, Angel J. Nigro, Natalio J. Saibene, Antonio Medina Allende, Ernesto Garzón.

miércoles, 11 de junio de 2014

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI: 120 años del Amauta


Por Rodolfo G. Módena

¿Sabéis quien es Mariátegui? Pues bien, es una nueva luz de América. El prototipo del hombre nuevo americano”. 


Estas palabras del gran escritor comunista francés Henry Barbusse están grabadas en la enorme roca rústica y piramidal que cubre la tumba de José Carlos Mariátegui en el cementerio “El Ángel” de Lima.

Hace 120 años, el 14 de junio de 1894, nacía en Moquegua, Perú, “el peruano más universal” del siglo XX; el que fundara en 1926 la revista Amauta (del quechua “maestro” o “sabio”), el que escribiera los célebres “Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”, el que fundara en 1928 el Partido Socialista Peruano (luego Partido Comunista), el que también fundara en 1929 la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el que polemizó tempranamente con Haya de la Torre y el APRA, el que presentara su tesis “Punto de vista Antimperialista” en la Primera Conferencia de Partidos Comunistas Latinoamericanos convocada por la IIIª Internacional en Buenos Aires, en 1929, a la que no pudo asistir por su ya deteriorada salud.

Esta breve enumeración de su monumental obra ideológica y político-práctica se agiganta aún más si tenemos en cuenta que Mariátegui, al que se llamó “el Amauta”, al fallecer en Lima el 16 de abril de 1930, tenía tan sólo 35 años de edad.
En 1919 había viajado a Europa y entrado en contacto con el movimiento obrero y socialista, vivenció la experiencia de los Consejos Obreros de Turín, adhirió a las tesis de Lenin, conoció a Antonio Gramsci, participó del histórico Congreso de Livorno del Partido Socialista Italiano (1921) del que nació el Partido Comunista Italiano; y en 1922 funda en Italia la primera célula comunista peruana.
Volvió a Perú en 1923 y en un tan breve como intenso derrotero vital, difundió las ideas del marxismo-leninismo con la impronta personal de su creatividad leninista, latinoamericana y revolucionaria.

En su artículo “Aniversario y Balance” (Amauta nº 17), aparece su famosa cita: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje al socialismo”. Fidel y la Revolución Cubana harían realidad aquel pensamiento mariateguista. Y luego el Sandinismo en Nicaragua, y el gran Hugo Chávez en Venezuela; y Evo Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, cada uno con sus peculiaridades nacionales, sus tiempos y sus formas diversas.
¿Quién iba a decir lo que nos tocó en suerte de vivir y luchar en este siglo XXI?
En eso estamos, con la más madura convicción que da la experiencia política acumulada en décadas de luchas antimperialistas de nuestros pueblos latinoamericanos, de las que José Carlos Mariátegui es referente inolvidable.

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lunes, 9 de junio de 2014

"LA PLAZA DE CRISTINA. Sin Pueblo no hay Revolución."


La afirmación de la compañera Cristina que encabeza este editorial se dio en un contexto muy particular: tras 11 años al frente del Ejecutivo nacional y siendo el blanco permanente del odio de los monopolios, cientos de miles de compatriotas (organizados y de forma espontánea) se movilizaron masivamente a la Plaza histórica para escuchar, una vez más, a la conductora del Proyecto Nacional. Esta es, sin dudas, la principal preocupación del enemigo. Es el poder real el primer detractor del “fin de ciclo”, pero esa es una ventaja que no nos van a dar. La Presidenta trazó una continuidad histórica entre la gesta revolucionaria de Mayo y nuestros días, ubicando un eje común fundamental: el papel de las masas en los cambios estructurales, el rol insustituible del pueblo organizado para llevar adelante las transformaciones necesarias en nuestra Patria. Por eso había tranquilidad en sus palabras y en quienes la escuchaban. Hay un sentido estratégico en los conceptos y acciones impulsadas por la compañera Cristina, que hablan de un liderazgo histórico para nuestro país y la región que trasciende largamente la representación institucional. El lugar que ha ocupado la Argentina como un actor de creciente relevancia en las discusiones globales, es un resultado objetivo de este fenómeno. Algo impensado hace unos pocos años. La invitación formal para que nuestra nación participe de la próxima Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), la locomotora emergente hacia un mundo multipolar, es una novedad extraordinaria que es necesario mensurarla en su justo nivel. El bloque reúne a una población de 3000 millones de habitantes, con un comercio interregional que supera los 280 mil millones de dólares, un PBI común de 17 billones de dólares y reservas monetarias que constituyen el 40% del total mundial. Este es hoy el lugar de nuestro país en el mundo. Fuimos en los ’90 el mejor alumno de los yanquis en América Latina, con niveles de endeudamiento, desocupación y pobreza que causaron un verdadero genocidio social en nuestro pueblo. Hoy es otro cantar, muy distinto, aún cuando la derecha apele a todos sus recursos por ocultarlo o minimizar su trascendencia.En este mismo andarivel, el acuerdo con el Club de París consolida el camino de soberanía y la referencia de nuestro país entre las naciones emergentes (en particular para aquellos que pretenden reestructurar sus deudas preservando los intereses nacionales) además de que incorpora mejores perspectivas de inversiones y créditos externos destinados al desarrollo de áreas sensibles de nuestra economía como infraestructura y energía, y no para la timba financiera como en el pasado reciente. Los términos de lo acordado por el ministro Axel Kicillof bajo instrucciones de la Presidenta, realmente establecen un precedente inédito: la decisión (aceptada por los acreedores) de excluir al FMI y sus condicionamientos de la mesa de negociación y un compromiso de pago sujeto a nuestro crecimiento y al caudal de las inversiones de los países miembro. Se trata de la misma coherencia que posibilitó un proceso estructural de desendeudamiento que redujo drásticamente nuestra deuda del 160 por ciento del PBI que representaba en 2003 a menos del 40 por ciento en la actualidad. Afirmados en la defensa de lo nuestro, vamos liberando escollos financieros heredados del neoliberalismo que ejercían presión sobre diferentes variables económicas promoviendo permanentes corridas cambiarias y distintas formas de desestabilización.La respuesta de la derecha fue inmediata y vino desde el Poder Judicial con la farsa montada alrededor del vicepresidente Amado Boudou. La disputa por las expectativas de nuestro pueblo es frontal y cotidiana. El enemigo es poderoso pero no logra imponer sus decisiones ni hacer mella en la voluntad del gobierno. El respaldo y la vigencia del proyecto nacional están intactos. La iniciativa ahora es de la compañera Cristina y su determinación cada día más férrea.


 Editorial de "Nuestra Palabra", periódico del Partido Comunista C.E. - www.pcce.com.ar

OEA: Opinión casi unánime a favor de que Cuba participe de la próxima Cumbre de las Américas


Fue en la segunda y última jornada de la 44ta. Asamblea General de la OEA. Varios países advirtieron que no irán si los cubanos no están presentes. La reunión de los presidentes de todo el continente será en 2015 en Panamá.

 "No es una fiesta en la que uno invita a sus amigos o no", ironizó el canciller argentino Héctor Timerman.

 Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua condicionaron su presencia en el encuentro a que Cuba sea formalmente invitada, y otros como México y Brasil no fueron tan lejos pero respaldaron la presencia de la isla.

La discusión tuvo lugar durante el informe del Grupo de Revisión de Implementación de Cumbres, en el que el representante de Panamá aludió a la próxima cumbre presidencial, resuelta en el 2012 en la colombiana Cartagena de Indias.

Enseguida, el vicecanciller de Nicaragua, Denis Moncada, adelantó que Cuba iría a Panamá si es invitada "sin condicionamientos" y Argentina, a través del canciller Héctor Timerman, advirtió que "sería muy difícil" la presencia del país sin los cubanos en la mesa de discusiones.

"Seguimos discutiendo como si no hubiera existido el debate de Cartagena hace un tiempo. Ya la presidenta Cristina Fernández explicó que sería muy difícil participar si Cuba seguía afuera", subrayó Timerman.

Además, cuestionó que sea responsabilidad de Panamá, como país organizador, decidir la presencia o no de la delegación cubana. "No es una fiesta en la que uno invita a sus amigos o no", ironizó el canciller.

La embajadora de Estados Unidos ante la OEA, Carmen Lomellin, en cambio, expresó el deseo de su país de que "llegue el día en que pueda participar una Cuba democrática" en las cumbres, para ver "a toda la región representada".

"Debemos alentar a Cuba para que otorgue a sus ciudadanos los mismos derechos que tienen todos los ciudadanos de la región", manifestó Lomellin, que abogó por la conformación de un grupo que evalúe el estado de las democracias en el continente.

A su turno, el embajador de Bolivia ante la OEA, Diego Pary Rodríguez, manifestó que no podrá haber una cumbre de las Américas sin Cuba. "Si Cuba es excluida, también nos consideraremos excluidos", afirmó.

Brasil, a través de su embajador en Paraguay, Jose Martins Felicio, reclamó la presencia de Cuba como un paso necesario "para el diálogo latinoamericano", y el venezolano Roy Chaderton, embajador ante la OEA, juzgó que "ya es suficiente de precondiciones con Cuba, y es hora de completar la universalización de estas cumbres".

Finalmente, el canciller de Uruguay, Luis Almagro, evaluó que "nadie como Cuba encarna la solidaridad en el continente". "¿Cuándo invitar a Cuba? Ahora. No habrá mejores condiciones. Llegó el momento de sumarla", sentenció.

También el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, abogó por Cuba en la cumbre, al preguntarse "cómo vamos a convencer a alguien de que el sistema es bueno si no se lo incluye", y se declaró partidario "de un sistema americano donde participen todos los estados".

Ya en abril del 2012 las deliberaciones en la colombiana Cartagena pusieron en debate la cuestión Cuba, y varias delegaciones amenazaron con no ir -el presidente de Ecuador, Rafael Correa, efectivamente no participó- si no se sumaba a la isla.

Tres años antes, en junio del 2009, en la hondureña San Pedro Sula, la OEA había levantado la suspensión que pesaba sobre Cuba desde 1962, pero la isla siguió sin ser invitada a la cumbre presidencial y, aún así, tampoco retornó al organismo con sede en Washington.