Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

miércoles, 18 de diciembre de 2013

NO A LA EXTORSIÓN GOLPISTA


Democracia es
Proyecto Nacional



Pensaron que después del 27 de octubre todo era fin de ciclo y transición ordenada; que al fin sobrevendrían dos años de un camino sin riesgos hacia la reimposición del neoliberalismo en 2015. Cuando advirtieron que otra vez se les escapaba la tortuga, con Cristina en el centro de la agenda nacional y la iniciativa política en sus manos, lanzaron una salvaje ofensiva golpista -tal vez la mayor desde 2008- que de todas formas no ha prosperado. ¿Por qué? Porque no cuentan con las condiciones políticas y sociales, aún promoviendo robos organizados, caos y desestabilización, para imponer un desenlace de esas características en la Argentina. Chocan además con un gobierno que no vacila y menos aún retrocede.
Lo cierto es que en la medida que Cristina se muestre con mayor solidez, las acciones del enemigo se van a ir espesando progresivamente. Cuanto mayores sean las dificultades e impotencia de la derecha para imponer políticamente sus posiciones, más van a apelar a diferentes formas de lucha, las convencionales y las no convencionales. Con golpes de nuevo tipo, guerra económica, acción psicológica y podríamos seguir. El rol de las fuerzas policiales en este sentido es evidente, con un antecedente concreto como el de Ecuador en septiembre de 2010 cuando intentaron desplazar el compañero Rafael Correa. Desde el fin del anillo de dictaduras en América Latina, los yanquis concentraron su accionar ya no en las Fuerzas Armadas, sino en las fuerzas de seguridad interna: formaron cuadros y camadas en los diferentes desdoblamientos de la otrora Escuela de las Américas. Ahora se ve con nitidez y por eso la Presidenta llamó a una profunda transformación que, al igual que las FF.AA, las incorpore a los procesos democráticos.
Durante los últimos días, funcionó con precisión quirúrgica -como lo definió Cristina- la articulación sincronizada entre las Policías, bandas del crimen organizado y los medios masivos de comunicación: liberaron zonas, generaron psicosis, buscaron consenso detrás del ‘reclamo salarial’ y promovieron la formación de comandos civiles armados. Un cóctel explosivo con consecuencias impredecibles. Lejos de las casualidades, el marco era el de los 30 años de la recuperación democrática en la Argentina. Con ‘libertad condicional’ según las palabras de la Presidenta, o democracia tutelada según nuestra propia caracterización a los largo de estos años, donde padecimos el genocidio social del neoliberalismo.
El cambio de fondo llegó un 25 de mayo de 2003. Como dijo Hebe, “los años de democracia son los 10 de Néstor y Cristina”. Ahí comenzamos a recuperar derechos y conquistas, con Memoria, Verdad y Justicia, con integración latinoamericana y un proceso objetivo de redistribución del ingreso. Por eso hablamos de profundización de nuestra democracia, que posibilitó que en la última década se triplicara el poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones mínimas. Por eso Paolo Rocca de Techint habla de un Estado ‘hipertrófico’ y se queja de la presión impositiva y la transferencia de recursos hacia la población vía subsidios. O por eso los yanquis se golpean el pecho por la ‘desigualdad’ en la Argentina, en donde según la FAO se erradicó el hambre en el transcurso de esta década. Esto vale también para los que buscan espejismos con diciembre de 2001.
Estos son los enemigos que enfrentamos en la Argentina y en América Latina. Los que intentaron llevarse puesto al presidente Maduro, los que promueven un giro político en el Brasil, los que no quieren que Cristina llegue al 2015. Pero la realidad es testaruda. Después cada uno, desde su identidad política e ideológica, sabrá en qué vereda se ubica. Lo que no hay es margen para los grises, y menos aún para ladrarle a la luna con fraseología pseudo-revolucionaria.
Los comunistas definimos en el 2003 que no seríamos neutrales frente a los cambios producidos, y que junto a los peronistas comprometidos con Néstor y Cristina dedicaríamos todos nuestros esfuerzos para contribuir a la construcción de la fuerza política que estuviera en condiciones de defender frente a los ataques del enemigo las conquistas alcanzadas. Hoy más que nunca debemos avanzar en esa dirección. El Proyecto Nacional en curso es el que nos posibilitará concebir una democracia de avanzada en la Argentina y dar respuesta a los dramas estructurales heredados de décadas de verdadero saqueo a nuestro pueblo. Es lo que nosotros entendemos como el camino argentino al socialismo.
 
 

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