NÉSTOR KIRCHNER
Presente en cada
conquista del pueblo
conquista del pueblo
Cristina se comprometió aquel 27 de octubre de 2010 a honrar su memoria; el odio incontenible de la reacción y de los enemigos históricos de nuestro pueblo, hablan a las claras si fue consecuente o no.
Dos meses antes de su dolorosa partida, Néstor Kirchner había anticipado en un salón colmado de presencias latinoamericanas, que “sólo habíamos avanzado un 10 por ciento de lo necesario”, y que teníamos planteados importantes desafíos por delante en el camino hacia una mayor redistribución de la riqueza en nuestra Patria. Lo decía el militante político que se puso al frente de la reconstrucción nacional un 25 de mayo de 2003, y que ofrendó su vida por la dignidad y felicidad de nuestro pueblo.
En las próximas horas se cumplirán dos años de su inesperada muerte, y sus palabras vuelven sobre nosotros con asombrosa actualidad. Marx decía que “en los grandes procesos históricos, veinte años no son sino un día, si bien luego pueden venir días en que se condensen veinte años”. Cuánto se ha condensado en estos dos años transcurridos; cuántos cambios profundos en el escenario mundial, latinoamericano y particularmente en la Argentina. Cristina se comprometió aquel 27 de octubre de 2010 a honrar su memoria; el odio incontenible de la reacción, la violencia declarada por los enemigos históricos de nuestro pueblo, hablan a las claras si fue consecuente o no.
En su reciente visita, Lula realizó la siguiente definición: “En Brasil, junto con Dilma, y en Argentina, Néstor y Cristina, hicimos más que los otros presidentes en los últimos cincuenta años. Y hoy somos motivo de orgullo”. Quisiéramos añadir que los cuatro supieron forjar una unidad estratégica entre nuestros países, quebrando la tradición histórica impulsada por los Estados Unidos que ubicaba la relación entre ambas naciones como la principal hipótesis de conflicto para la región. Es por eso que los yanquis se esmeran tanto por fracturar ese núcleo duro de la integración latinoamericana que conforman Brasil, Argentina y la República Bolivariana de Venezuela.
A las provocaciones de la derecha, el gobierno nacional responde con gestión y profundización del rumbo antineoliberal. Aquí debemos destacar dos decisiones recientes: la de no ceder a la extorsión de los fondos buitre en Ghana, y por otra parte el anuncio de la Presidenta de impulsar una reforma integral de las normas del mercado bursátil, donde regía la autorregulación desde la dictadura de Onganía, lo que constituye un claro golpe a la especulación financiera en nuestro país. Basta observar cómo reaccionó la Bolsa de Comercio. Entre las reformas se destaca el mayor control para las calificadoras de riesgo. “Las calificadoras, gran verso y gran estafa. ¿Dónde estaban cuando pasaba la crisis en Grecia, Estados Unidos o Europa?”, se preguntó Cristina al presentar la iniciativa. En ese contexto, se dispuso que las aseguradoras destinen por lo menos el 5% de sus recursos a la inversión productiva, en línea con lo que meses atrás se determinó para los bancos.
El poder real tomó en sus propias manos la oposición al gobierno nacional ante los repetidos fracasos de las diferentes expresiones políticas, de derecha a ‘izquierda’. Sin embargo, se muestran cada día más nerviosos y agobiados porque no logran concretar con éxito sus intentos desestabilizadores y destituyentes. Encendieron una vela por Capriles en Venezuela, pero no les alcanzó; apelan a la complicidad de Lorenzetti y las vacilaciones de la Corte Suprema para seguir bloqueando la Ley de Medios, pero a Magnetto se le cayó Tettamanti y el 7 de diciembre se acerca indefectiblemente; quisieron crear un escenario de conflictividad ingobernable donde confluyeran caceroleros, fuerzas de seguridad sublevadas y la dupla Moyano-Micheli, pero también se les fue desflecando, aunque van a intentar reeditarlo. Ahora se preguntan, no sin desánimo, cuánto les suma la foto entre Macri y el camionero de Clarín. “Todo parece indicar que sólo se trata de fuegos de artificio, débiles e inconexos”, sinceraron. De cualquier manera, sería un error grueso subestimar los peligros frente a una derecha realmente agresiva que transita cotidianamente la Embajada norteamericana.
Dos años después, florecieron decenas de miles de flores con una militancia que se desarrolla día a día al calor de la defensa de un Proyecto Nacional que amplía derechos, que no cede frente a los monopolios, que crece mientras crece el torrente latinoamericano, y que cuenta con un liderazgo indiscutido, que es el de la compañera Cristina. Unidos y Organizados, con enorme amplitud, sin lugar para los sectarismos, haremos realidad el país que Néstor soñó.
En las próximas horas se cumplirán dos años de su inesperada muerte, y sus palabras vuelven sobre nosotros con asombrosa actualidad. Marx decía que “en los grandes procesos históricos, veinte años no son sino un día, si bien luego pueden venir días en que se condensen veinte años”. Cuánto se ha condensado en estos dos años transcurridos; cuántos cambios profundos en el escenario mundial, latinoamericano y particularmente en la Argentina. Cristina se comprometió aquel 27 de octubre de 2010 a honrar su memoria; el odio incontenible de la reacción, la violencia declarada por los enemigos históricos de nuestro pueblo, hablan a las claras si fue consecuente o no.
En su reciente visita, Lula realizó la siguiente definición: “En Brasil, junto con Dilma, y en Argentina, Néstor y Cristina, hicimos más que los otros presidentes en los últimos cincuenta años. Y hoy somos motivo de orgullo”. Quisiéramos añadir que los cuatro supieron forjar una unidad estratégica entre nuestros países, quebrando la tradición histórica impulsada por los Estados Unidos que ubicaba la relación entre ambas naciones como la principal hipótesis de conflicto para la región. Es por eso que los yanquis se esmeran tanto por fracturar ese núcleo duro de la integración latinoamericana que conforman Brasil, Argentina y la República Bolivariana de Venezuela.
A las provocaciones de la derecha, el gobierno nacional responde con gestión y profundización del rumbo antineoliberal. Aquí debemos destacar dos decisiones recientes: la de no ceder a la extorsión de los fondos buitre en Ghana, y por otra parte el anuncio de la Presidenta de impulsar una reforma integral de las normas del mercado bursátil, donde regía la autorregulación desde la dictadura de Onganía, lo que constituye un claro golpe a la especulación financiera en nuestro país. Basta observar cómo reaccionó la Bolsa de Comercio. Entre las reformas se destaca el mayor control para las calificadoras de riesgo. “Las calificadoras, gran verso y gran estafa. ¿Dónde estaban cuando pasaba la crisis en Grecia, Estados Unidos o Europa?”, se preguntó Cristina al presentar la iniciativa. En ese contexto, se dispuso que las aseguradoras destinen por lo menos el 5% de sus recursos a la inversión productiva, en línea con lo que meses atrás se determinó para los bancos.
El poder real tomó en sus propias manos la oposición al gobierno nacional ante los repetidos fracasos de las diferentes expresiones políticas, de derecha a ‘izquierda’. Sin embargo, se muestran cada día más nerviosos y agobiados porque no logran concretar con éxito sus intentos desestabilizadores y destituyentes. Encendieron una vela por Capriles en Venezuela, pero no les alcanzó; apelan a la complicidad de Lorenzetti y las vacilaciones de la Corte Suprema para seguir bloqueando la Ley de Medios, pero a Magnetto se le cayó Tettamanti y el 7 de diciembre se acerca indefectiblemente; quisieron crear un escenario de conflictividad ingobernable donde confluyeran caceroleros, fuerzas de seguridad sublevadas y la dupla Moyano-Micheli, pero también se les fue desflecando, aunque van a intentar reeditarlo. Ahora se preguntan, no sin desánimo, cuánto les suma la foto entre Macri y el camionero de Clarín. “Todo parece indicar que sólo se trata de fuegos de artificio, débiles e inconexos”, sinceraron. De cualquier manera, sería un error grueso subestimar los peligros frente a una derecha realmente agresiva que transita cotidianamente la Embajada norteamericana.
Dos años después, florecieron decenas de miles de flores con una militancia que se desarrolla día a día al calor de la defensa de un Proyecto Nacional que amplía derechos, que no cede frente a los monopolios, que crece mientras crece el torrente latinoamericano, y que cuenta con un liderazgo indiscutido, que es el de la compañera Cristina. Unidos y Organizados, con enorme amplitud, sin lugar para los sectarismos, haremos realidad el país que Néstor soñó.
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