Unidos y Organizados Avanzamos

Se intensifican las provocaciones del enemigo, pero no logran torcer el rumbo de gobierno.

Las consignas agitadas rabiosamente en el cacerolazo promovido por el monopolio Clarín y sus aliados económicos, políticos, sociales y sindicales, mostraron descarnadamente el estado de ánimo de la derecha y el nivel de agresividad y odio que estos lograron impregnar en una base social minoritaria, pero dispuesta a movili

zarse por sus mezquinos intereses. Se trató de una fuerte apuesta desestabilizadora que, frente a un gobierno sólido, viró en un problema para sus promotores al no poder canalizarla políticamente, con una oposición ‘desunida y desorganizada’, como ironizó al respecto uno de sus editorialistas más consecuentes. Abundaron las comparaciones con el 2008, pero el desenlace de los acontecimientos evidenció que es muy distinto el escenario político.

Las provocaciones se fueron diluyendo sin alcanzar su objetivo inmediato, que era producir un giro en el humor social y poner al gobierno contra las cuerdas. La compañera Cristina ordenó no prestarse a las trampas del enemigo, y avanzar sin variaciones en la agenda planteada para esta etapa: ley de presupuesto 2013, voto optativo a partir de los 16 años y la reforma de los códigos civil y comercial. Al mismo tiempo, la firme decisión de afrontar la batalla por la aplicación de la Ley de Medios, que a partir del 7 de diciembre se recrudecerá frente a la resistencia de Clarín a acatar el artículo 161, es lo que aceleró los planes golpistas del poder real en la Argentina.
El proyecto de ley de presupuesto que se sancionará en las próximas semanas habla por sí mismo: prevé un crecimiento de la economía del 4.4%, mayor al 3.4% de este año. La mejora en los principales indicadores será el resultado de la políticas anticíclicas que impulsa el gobierno nacional, tales como el plan de viviendas ProCreAr y la administración del sector externo (control de divisas, importaciones, etc.). Esto, en mundo arrinconado por la crisis del neoliberalismo, que sigue expulsando a millones de trabajadores. Por otra parte, destina el 62,9 % de los recursos a incrementar la inversión pública, en seguridad social, educación y cultura, asistencia social y salud.
En el terreno de la salud pública, tal como fundamenta el texto, “se profundizarán las acciones tendientes a la coordinación y regulación del funcionamiento del conjunto del Sistema de Salud Argentino, a fin de tender al acceso universal a la salud promoviendo un estándar mínimo de calidad en atención y disponibilidad de infraestructura, dedicando una atención especial a la prevención y la atención primaria”. En este sentido, se realizará un inversión de 13 mil millones de pesos, y se ampliará la prestación -a través del Programa Sumar- de 2 millones a 9,5 millones de personas que en la actualidad carecen de cobertura de obra social. Un verdadero salto en calidad.
Crecimiento con inclusión, ampliación de derechos y libertades democráticas, soberanía y lucha contra los monopolios, en definitiva, el camino hacia mayor igualdad. Esa es la fuente programática de la que se nutre el Proyecto Nacional, Popular, Democrático y Latinoamericanista cuyo liderazgo indiscutido ejerce con profundas convicciones la compañera Cristina. Esta lucha por la igualdad es la que enfrenta enormes resistencias de quienes desde las sombras gobernaron la Argentina durante más de 200 años, salvando contadas excepciones.
La única forma de estar en condiciones de defender y profundizar lo conquistado, e impedir cualquier intento abierto o velado de retroceso, es contando con la fuerza política frentista que, desplegada en el movimiento de masas, sea capaz de elevar la organización popular, de esclarecer y sumar voluntades para consolidar el rumbo iniciado en el 2003.
Unidos y organizados, avanzamos. Unidos y Organizados, la fuerza de Cristina, comienza a estructurarse orgánicamente, a fortalecer y potenciar sus posibilidades, para asumir plenamente esta batalla. Estamos dando pasos fundamentales en la construcción unitaria, para el presente y para el futuro, que no tienen antecedentes en la historia política y popular de nuestro país.