Una pelea inesperada
La ex presidenta puede competir con la oficialista Evelyn Matthei en las próximas elecciones. La ministra de Trabajo de Piñera es la elegida del mandatario, pero todavía debe sortear la resistencia de otros dirigentes de la derecha.
En las elecciones primarias del 30 de junio Pablo Longueira, líder de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), se convirtió en el candidato del oficialismo tras ganarle a su rival Andrés Allamand, del partido Renovación Nacional (RN). Pero la alegría de la victoria, tras dos meses intensos de campaña, duró apenas una quincena. El miércoles 17 de julio el hijo de Longueira, Juan Pablo, enfrentó a los medios de comunicación y anunció que su padre se bajaba por un problema de salud. Ni una operación de urgencia ni una enfermedad terminal: “Un cuadro de depresión médicamente diagnosticado”, dijo y sorprendió a todos. Y así, a sólo cuatro meses de los comicios presidenciales –que tienen fecha para el 17 de noviembre– la Alianza por Chile se quedó sin candidato.
Pero enseguida la UDI nominó a la mujer que podría enfrentar a Michelle Bachelet (Nueva Mayoría): Evelyn Matthei, la ministra de Trabajo del actual presidente, Sebastián Piñera. Sin embargo, los dirigentes de RN no apoyan la candidatura porque prefieren que el representante de la alianza sea de sus propias filas.
Pese a que el último lunes las principales figuras de Alianza por Chile anunciaron que antes del 17 de agosto, día en que vence el plazo para presentar candidatos, realizarán una primaria cerrada para los militantes del partido, donde podrán elegir entre Matthei y Allamand, todo parece indicar que la batalla por el sillón presidencial de Chile será entre dos mujeres. La ministra de Trabajo tiene un 50 por ciento de aprobación de su gestión y nunca perdió una elección (fue diputada y senadora). Además, siendo una campaña corta, hay un dato que los expertos califican de fundamental: es la funcionaria más conocida de todo el gabinete, con un 96 por ciento de reconocimiento, según las encuestas.
De 59 años, rubia, ojos claros y dueña de un carácter temperamental, Matthei nació en el seno de una familia alemana y de religión luterana. Durante su adolescencia vivió en Londres, donde su padre era agregado militar aéreo. Al regresar a Chile comenzó a estudiar ingeniería industrial en la Universidad Católica. Allí fue alumna de Sebastián Piñera, que luego le dio trabajo en varias de sus empresas.
Juntos militaron en RN hasta 1993. Ese año Piñera y Matthei fueron precandidatos presidenciales por el partido pero tuvieron que renunciar a las candidaturas cuando ocurrió un episodio denominado por la prensa “Piñeragate”, en el cual se dio a conocer una conversación telefónica donde el actual presidente se refería en malos términos a su rival e intentaba dejarla en ridículo. El motivo por el que Matthei también debió renunciar es que reconoció haber filtrado la grabación que había conseguido de forma ilegal por un servicio de inteligencia del ejército, gracias a los contactos que le quedaron cuando su padre estaba en funciones. Finalmente, Matthei no sólo se bajó de la contienda electoral sino que además renunció a RN y se pasó a las filas de la UDI.
Durante años, los políticos estuvieron sin hablarse pero cuando Piñera llegó al Ejecutivo, Matthei, que era senadora, se convirtió en una férrea defensora de su gobierno, enfrentando incluso a su propio partido. Y para sorpresa de todos, esa actitud la llevó a convertirse en ministra de Trabajo y una de las preferidas del presidente, que hoy apoya fervientemente la postulación.
De concretarse la candidatura, la mayor perlita de las elecciones no será que se enfrentan dos mujeres, sino la historia que une a estas políticas. Las familias Bachelet y Matthei fueron muy amigas en la juventud, ya que Alberto y Fernando, padres de Michelle y de Evelyn, respectivamente, fueron generales de la fuerza aérea. La ruptura entre ellos se dio con el golpe de Estado del dictador Augusto Pinochet: Matthei fue miembro de la junta militar mientras que Bachelet cayó preso por su lealtad con Salvador Allende. Alberto murió torturado y en prisión. Los hechos que siguen parecen guionados por un director hollywoodense: la persona investigada por este crimen es nada menos que Fernando Matthei. Sí: el padre de Evelyn Matthei está acusado de matar al padre de Michelle Bachelet y ellas, posiblemente, se enfrenten en las urnas.
Sin embargo, Matthei niega que su padre haya tenido algún rol en el asesinato de Bachelet, dado que “estaba fuera del país cuando ocurrió el asesinato”, mientras que hay varios testigos que reconocen a Matthei en la comisaría donde se encontraba Bachelet. Hace un mes la Justicia reabrió la investigación, por lo que habrá que esperar unos días para que se conozca el fallo.
En tanto, el padre de la candidata de la UDI también es recordado por su colaboracionismo con Gran Bretaña durante la guerra de Malvinas. Hace unos años reconoció: “Hice todo lo posible para que la Argentina perdiera la guerra”.
Pese a que la derecha está dividida en cuanto al candidato que enfrentará a Bachelet, todos reconocen que la unidad de la fuerza es fundamental para ganar la elección o al menos obtener un resultado digno. Habrá que esperar unos días para que se confirmen los pronósticos: una batalla entre mujeres que se juegan no sólo el mayor cargo político sino la dignidad de su familia.
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