Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

miércoles, 29 de julio de 2015

Proyecto nacional o ajuste neoliberal


El drástico giro en las negociaciones llevadas adelante entre Grecia y la Troika europea puso en evidencia de forma descarnada una disyuntiva de fondo que no sólo es Argentina, sino también latinoamericana y mundial. Las potencias de la eurozona (encabezadas por el fundamentalismo conservador alemán) procuraron enviar una señal ejemplificadora frente a quienes osen desafiarlas con posiciones soberanas. Con una deuda externa que representa al 175% de su PBI, Grecia se encamina a un ajuste liso y llano que golpeará aún más las deterioradas condiciones de vida de las mayorías en la nación helena. El tiempo dirá si queda algún margen de rectificación o si estamos ante la capitulación de una experiencia que resultó novedosa en una Europa convulsionada. Esto nos tiene que ayudar a mensurar la estatura política de Néstor Kirchner, quien en circunstancias tanto o más dramáticas se plantó, no vaciló, y avanzó con firmeza y determinación en el camino que reinstaló a la Argentina en la lucha por su segunda y definitiva independencia.
Como pocas veces se concentraron, en cuestión de días, acontecimientos globales de envergadura atravesados por esta disputa más general entre el imperialismo y quienes impulsan (en dura confrontación con el neoliberalismo) el tránsito hacia un mundo multipolar. Los países integrantes del BRICS resolvieron en su VII Cumbre realizada en Rusia la puesta en marcha a partir del próximo año del Banco de Desarrollo, con un capital inicial de 100 mil millones de dólares. En simultáneo sesionó la Organización de Cooperación de Shanghái, que inició el proceso de incorporación de la India y Pakistán al poderoso bloque multilateral también encabezado por Rusia y China. Sin mediar muchas horas, se informaba al mundo del histórico acuerdo alcanzado entre el G5 + 1 e Irán respecto al programa nuclear iraní, en lo que constituye una conquista para la paz mundial, entre otros motivos porque desmantela un escenario de provocaciones permanentes en el corazón de Medio Oriente. No es casual la destemplada reacción del núcleo guerrerista del imperialismo norteamericano y el Estado sionista de Israel.
Mención aparte merece la gira de Francisco I por Ecuador, Bolivia y Paraguay. Parado sobre una América Latina que dejó de ser el patio trasero de los yanquis, el jefe del Estado Vaticano profundizó ante millones sus críticas al orden económico y financiero global, condenó el colonialismo cultural insuflado por los medios monopólicos de comunicación, y pidió perdón en nombre de la Iglesia por el genocidio cometido durante la Conquista de América. Objetivamente, comparte posiciones en la coyuntura actual con quienes luchamos porque un mundo mejor es posible (como vaticinó Fidel hace ya 25 años.) El momento de su visita también resultó oportuno: nuestro continente atraviesa horas de tensión a partir de procesos de desestabilización en curso en Ecuador, en Brasil y en Venezuela, impulsados por quienes pretenden revertir la creciente pérdida de hegemonía del imperialismo y sus aliados.
Es en este marco que se desarrolla el proceso de definiciones electorales en nuestro país, donde está en juego la continuidad del proyecto nacional o el retorno al infierno de los ’90. La concatenación de acciones promovidas por el enemigo durante los últimos días (entre ellas la presión sobre el dólar y la escalada del mercado ilegal, o la extorsión de la corporación judicial frenando la ley de subrogancias y disponiendo operativos persecutorios con el solo fin de esmerilar la candidatura del compañero Máximo Kirchner) dan cuenta del rabioso nerviosismo que obnubila a los factores de poder real en la Argentina, en particular desde la presentación de la fórmula presidencial del Frente para la Victoria y el cierre de listas de candidatos en los cuerpos legislativos nacionales, provinciales y municipales.
Desde la fundación del PCCE hemos luchado consecuentemente ubicando al enemigo principal y concibiendo la necesidad de la unidad más amplia contra el neoliberalismo. Que esa unidad debía organizarse y no de cualquier manera, sino adquiriendo formas frentistas. Por eso nos sentimos tan identificados con las palabras de la compañera Cristina -conductora de nuestro espacio político- del pasado 9 de julio en Tucumán: “La idea del frente no es una formación teórica ni una forma jurídica, es la comprensión, es la convicción de que con un solo sector político del país no alcanza, que hace falta convocar a todos los demás, a todos los hombres y mujeres que de distintas identidades políticas e históricas creen que la Patria sigue siendo lo más importante. Y a ellos los convocamos”.
Los comunistas vamos a seguir aportando a la construcción frentista del kirchnerismo desde nuestra identidad, nuestra ideología y nuestra línea de acción política. Así ha sido desde el 25 de mayo de 2003.


Editorial de "Nuestra Palabra", periódico del PCCE

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