05-06-2009
El juez santafesino Ricardo Favaretto imputó a siete ruralistas por "daño y agresión" contra el diputado Agustín Rossi. En diálogo con P&M, el legislador kirchnerista consideró que la decisión es importante para evitar que se repitan estos hechos de violencia. Desde la Sociedad Rural de la provincia reiteraron su repudio, aunque justificaron el “malestar” de los productores.
El juez en lo correccional número 4 de la ciudad de Santa Fe, Ricardo Favaretto, informó está mañana el procesamiento de siete productores rurales de las localidades de Llambí Campbell, Emilia y Laguna Paiva, donde fue agredido el candidato y diputado nacional Agustín Rossi, el pasado 2 de febrero.
La causa fue caratulada como “daño y agresión”, a partir de una denuncia hecha por la Policía de Laguna Paiva, basándose en las imágenes televisivas que registraron los ataques contra el legislador y el automóvil en el que se movilizaba.
“No fue una denuncia de nosotros, sino que la policía actúo de oficio y elevo la causa ante la Justicia”, precisó Rossí en diálogo con Política&Medios y agregó que algunos de sus colaboradores fueron llamados a declarar.
Al ser consultado sobre el impacto político de la medida judicial contra los ruralistas, el candidato kirchnerista por Santa Fe contestó que “si sirve para que estas cosas no vuelvan a suceder, me parece que es importante. Pone en claro cuál es el límite de una disidencia política”.
No obstante, Rossi calificó a sus agresores como “un grupo minoritario” que “cree que haciendo uso de la violencia pueden resolver la diferencia de ideas, pero eso ha sido reprochado por la sociedad, hasta condenado por la Mesa de Enlace y hoy la justicia se pronuncio en contra también”.
Con respecto a los incidentes de la semana pasada, Rossi adelantó que “hubo una presentación ante la justicia por oficio de la policía”, pero aclaró que hasta el momento no existen más detalles.
El primer ataque sufrido por el legislador fue en mayo de 2008, cuando un grupo liderado por el presidente y vice de la Sociedad Rural de Rosario, Jorge Ugolini y Miguel Calvo, lo insultaron frente a su casa en Fisherton y pidieron que renunciara a su banca en el Congreso.
Este año las agresiones se repitieron en tres oportunidades: el 2 de febrero, en Laguna Paiva; el 22 de mayo, en Reconquista; y el 30 de mayo, en Venado Tuerto. El modus operando fue similar en los tres casos: huevazos, insultos, piñas y patadas, y en dos de ellos, los atacantes rompieron a golpes el parabrisas del auto de Rossi.
Desde la Sociedad Rural de Santa Fe, José Abraham, aseguró a P&M que “las actitudes de violencia siempre serán repudiadas” por la entidad, aunque trató de justificar el “malestar” de sus productores agropecuarios en un marco de violencia generalizada.
“Si me tengo que poner analizar por qué hay violencia, la verdad es que hay violencia en todas partes. No se puede analizar la violencia fuera del marco de lo que ocurre en nuestro país”, porque “la gente ha perdido la paciencia” y se ha vuelto “intolerante”, dijo el dirigente rural.
La causa fue caratulada como “daño y agresión”, a partir de una denuncia hecha por la Policía de Laguna Paiva, basándose en las imágenes televisivas que registraron los ataques contra el legislador y el automóvil en el que se movilizaba.
“No fue una denuncia de nosotros, sino que la policía actúo de oficio y elevo la causa ante la Justicia”, precisó Rossí en diálogo con Política&Medios y agregó que algunos de sus colaboradores fueron llamados a declarar.
Al ser consultado sobre el impacto político de la medida judicial contra los ruralistas, el candidato kirchnerista por Santa Fe contestó que “si sirve para que estas cosas no vuelvan a suceder, me parece que es importante. Pone en claro cuál es el límite de una disidencia política”.
No obstante, Rossi calificó a sus agresores como “un grupo minoritario” que “cree que haciendo uso de la violencia pueden resolver la diferencia de ideas, pero eso ha sido reprochado por la sociedad, hasta condenado por la Mesa de Enlace y hoy la justicia se pronuncio en contra también”.
Con respecto a los incidentes de la semana pasada, Rossi adelantó que “hubo una presentación ante la justicia por oficio de la policía”, pero aclaró que hasta el momento no existen más detalles.
El primer ataque sufrido por el legislador fue en mayo de 2008, cuando un grupo liderado por el presidente y vice de la Sociedad Rural de Rosario, Jorge Ugolini y Miguel Calvo, lo insultaron frente a su casa en Fisherton y pidieron que renunciara a su banca en el Congreso.
Este año las agresiones se repitieron en tres oportunidades: el 2 de febrero, en Laguna Paiva; el 22 de mayo, en Reconquista; y el 30 de mayo, en Venado Tuerto. El modus operando fue similar en los tres casos: huevazos, insultos, piñas y patadas, y en dos de ellos, los atacantes rompieron a golpes el parabrisas del auto de Rossi.
Desde la Sociedad Rural de Santa Fe, José Abraham, aseguró a P&M que “las actitudes de violencia siempre serán repudiadas” por la entidad, aunque trató de justificar el “malestar” de sus productores agropecuarios en un marco de violencia generalizada.
“Si me tengo que poner analizar por qué hay violencia, la verdad es que hay violencia en todas partes. No se puede analizar la violencia fuera del marco de lo que ocurre en nuestro país”, porque “la gente ha perdido la paciencia” y se ha vuelto “intolerante”, dijo el dirigente rural.
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