Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

jueves, 5 de septiembre de 2013

EN DEFENSA DE LO CONQUISTADO: ESCLARECER ES NUESTRA TAREA


Para los que muchas veces nos dicen que nos gusta hablar del pasado y creen que el pasado ya pasó, yo creo que se ha comprobado definitivamente que el pasado siempre está a la vuelta de la esquina.” Con estas palabras, la compañera Cristina vuelve sobre un eje que, a nuestro entender, constituye un criterio metodológico para el análisis de la coyuntura argentina y latinoamericana: tener noción de dónde venimos, qué es lo que está juego hoy en nuestro país, cuáles son los riesgos que están planteados y qué significaría para nuestro continente un retroceso político en la Argentina. Debemos ser capaces de penetrar la espesa bruma que imponen los medios masivos de comunicación, y advertir nuevamente que las conquistas no son eternas ni nacieron de un repollo, que la confrontación es entre dos proyectos antagónicos, y que la única alternativa real al proyecto nacional, más allá de los discursos, es el retorno al neoliberalismo. Por eso la discusión es de intereses, y es con los dueños de la pelota, como señaló Cristina en Tecnópolis. Con los de adentro, pero especialmente con los de afuera: con el imperialismo. Wall Street se muestra eufórico con los resultados de una interna; dos semanas después los jueces de los fondos buitre se lanzan nuevamente a desestabilizar la economía de nuestro país. Como solía decir nuestro compañero Jorge Pereyra, “la agresividad de los yanquis contra Néstor y Cristina está asociada a la decisión soberana de liberarnos del peso de la deuda externa y los condicionamientos del FMI. Esas dos medidas no las perdonan”. La peligrosa aunque previsible embestida del poder real que sobrevino a las PASO responde a esta disputa de fondo. Los ataques a Cristina no registran antecedentes en nuestra historia reciente: amenazas directas, mensajes mafiosos, instigación a la violencia y al caos. Se mueven como perros cebados en sangre. El anuncio de ir por el control de la Cámara de Diputados -cuyos votos no tienen-, el linchamiento mediático cotidiano y la batería de fallos judiciales a medida del establishment, pone sobre la superficie el objetivo de máxima de la derecha, que es un escenario de ingobernabilidad y quiebre del orden institucional. No quieren que llegue al 2015. Por otro lado, el enemigo trabaja por desplazar a Cristina del centro de la acción política, sobre la base de recuperar la estructura del PJ e imponer variantes que le permitan reestablecer el neoliberalismo en la Argentina. Allí apunta el coro histérico del poskircherismo y el fin de ciclo. Los perturba el hecho de que Cristina es y seguirá siendo la gran electora de cara a las próximas presidenciales. Aún en esta atmósfera creada, lo cierto es que la iniciativa política está en manos del gobierno nacional. En el diálogo político con empresarios y centrales obreras, en el anuncio de obras estructurales como las represas de Santa Cruz, en la reapertura del canje de deuda bajo las condiciones soberanas de nuestro país, en la reestatización de los ramales Roca, San Martín y Belgrano Sur, o en la modificación de los topes para el pago de Ganancias y percepción de las asignaciones familiares. Respecto a esto último, tropezaron nuevamente quienes pretendían desfinanciar al gobierno y forzarlo a un ajuste contra el pueblo, o quienes auguraban una ‘salida por derecha’ del kirchnerismo. Lo que no ingresa por Ganancias será cubierto por el Estado en parte, y por nuevos impuestos a la renta del capital (a la compra-venta de títulos y acciones, y a la distribución de dividendos y utilidades de las empresas). Hay quienes se golpean el pecho y exigen una ‘autocrítica’ por el resultado del 11 de agosto, donde el FPV consolidó su condición de primera fuerza nacional. Tienen fines destructivos, su propósito es desmoralizar a la militancia del proyecto nacional y ubicarnos en una posición defensiva. Lo que sí tenemos que hacer es redoblar nuestros esfuerzos, esclarecer, discutir casa por casa, y corregir lo que sea necesario, teniendo en claro los enemigos que enfrentamos. La derecha instala temas y busca borronear los debates de fondo, para condicionar después el sentido del voto. Esto es lo que debemos impedir. Tenemos mucho por mostrar y mucho que defender. A Cristina, al gobierno democrático y popular, y a la década ganada. Lo haremos por Argentina y por América Latina. La discusión es de intereses, y es con los dueños de la pelota. Con los de adentro, pero especialmente con los de afuera: con el imperialismo.

Periódico del Partido Comunista C. E.

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