“Hoy los ciudadanos del mundo expresan sincera solidaridad y respaldo permanente al pueblo palestino, que más que nunca padece los crímenes del gobierno de Tel Aviv, y estamos muy agradecidos por esa reacción masiva de apoyo a nuestro pueblo”, afirmó Akram Samhan, Embajador del Estado de Palestina en La Habana.
En Cuba, en territorio libre, no ocupado de Palestina
--su embajada-- se reunieron organizaciones y movimientos sociales y de
solidaridad, partidos políticos, académicos y amantes de la paz, en un
encuentro de máxima expresión de apoyo y rechazo a la cobarde masacre del
Estado fascista de Israel.
Militantes de Puerto Rico, Chile, Colombia, Argentina,
Cuba, Guatemala, El Salvador, Brasil, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Perú,
Yemen, Líbano, Siria, Grecia, Palestina, Francia, el Comité Internacional por
la libertad de Los Cinco y Resumen Latinoamericano se adhirieron a una
declaración en la que condenan la muerte, destrucción y violación de los
derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario que actualmente
sufre esa población en medio de un cruel bombardeo.
En total coincidencia se manifestaron la Asociación
Cubana de las Naciones Unidas, la Unión Árabe de Cuba, el Instituto
Cubano de Amistad con los Pueblos, el Centro Martin Luther King, la
Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina
(OSPAAAL), así como representantes diplomáticos acreditados.
En demostración de hermandad, el Encargado de Negocios de
la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Edgar González,
entregó su bandera a la sede diplomática palestina, como símbolo de
unidad y resistencia.
Además del reclamo, se hizo un llamado a todos los
pueblos del mundo, a organizaciones y personalidades de la sociedad civil
internacional, a condenar la presente agresión contra Gaza y la permanente
política genocida de Israel, que pretende consumar su ilegal ocupación a base
de la sangre de los palestinos.
Surgieron iniciativas como la celebración de actividades
de solidaridad, la distribución de mensajes concretos y quedó plasmado el
compromiso de cada persona allí presente de aportar un granito de arena a esta
justa causa.
Se exigió, además, al Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas que en correcto uso de sus facultades tome las medidas que
correspondan para detener el dolor y el desastre que están causando los últimos
enfrentamientos, que son una nueva expresión de la larga lista de crímenes
encaminados a privar a Palestina de sus derechos inalienables.
Hoy, los ciudadanos libres del planeta enfrentan una
prueba de conciencia ante el sufrimiento de los detenidos palestinos en las
prisiones israelíes, los arrestos de prisioneros anteriormente liberados,
miembros del parlamento y civiles.
La forma brutal en la que el joven Muhammad Abu Khdeir
fue torturado y quemado hasta la muerte ha traído a la memoria las escenas
atroces de tortura que tuvieron lugar durante la primera Intifada
Palestina. Este crimen ha logrado colocar la brújula en la dirección
correcta y alertar sobre la realidad de la ocupación israelí después de
sus muchos esfuerzos por ocultar sus crímenes y presentarse como un ente
civilizado en una región bañada en sangre.
La represalia de derechistas israelíes contra Muhammad
Abu Khdeir por un acontecimiento en el que no hay indicios de participación de
palestinos, y el bombardeo mortífero a Gaza, repiten una agresión sostenida
durante decenios que convoca a la movilización y debe detenerse ya.
Por Yenisey García, Resumen Latinoamericano.
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