Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

lunes, 22 de diciembre de 2014

BISAGRA HISTÓRICA EN LA ARGENTINA, CRISTINA Y LA UNASUR


Nuestra Larga Marcha

Recordando al poeta Vicente Huidobro, podríamos afirmar que el 25 de mayo de 2003 partió en dos la historia de nuestro país. Probablemente no haya un ciclo político con semejantes realizaciones, con la particularidad de haber emergido de entre las ruinas de una nación devastada por el genocidio social del neoliberalismo. Lo dijo Cristina, es nuestra larga marcha, abonada con sacrificios personales y colectivos. Y es fruto de un devenir histórico con 200 años a cuestas, donde finalmente comienza a imponerse el proyecto liberador de Moreno, de Belgrano y de San Martín. No es sencillo dimensionar la envergadura de lo que estamos viviendo en Argentina y en América Latina. No sin una perspectiva histórica. Ese es el método que propone la Presidenta.
Las últimas apariciones públicas de Cristina, sus discursos, dejan huella. Son piezas fundamentales para la labor militante y de esclarecimiento. Proyecto político, objetivos económicos estructurales y raíz latinoamericana hilvanaron el tejido conceptual de sus intervenciones pronunciadas en el Salón de las Mujeres el pasado 13 de diciembre, en la Conferencia de la UIA y en la memorable Cumbre de la UNASUR en Quito. Son más que discursos: es un programa para la acción política en las actuales condiciones históricas de la Argentina. Allí están contenidas las tareas, el enemigo principal a vencer, la correlación de fuerzas existente y el rol insustituible de la organización.
Lo determinante es que este programa, este proyecto político, logró hacerse carne en vastos sectores de nuestro pueblo, fundamentalmente en la joven generación. Es la conquista estratégica. Cristina le habló a una Plaza colmada que permaneció capeando el temporal. Un fenómeno que sólo ella puede generar como bandera de unidad entre las más diversas tradiciones políticas e ideológicas que conformamos el torrentoso río nacional y popular de la Argentina. Ese fue, desde nuestros orígenes en 1918, el lugar donde abrevamos los comunistas.
Cerramos un año que se inició con las esquirlas de los saqueos organizados y asonadas policiales del último diciembre y bajo el fuego (ya permanente) de una nueva corrida sobre el dólar y presión devaluatoria. Así fue, palo y palo durante todo el 2014. Probaron con los buitres financieros, los caranchos judiciales y la aristocracia sindical. Dispararon contra la economía, los salarios, los precios. Nos quisieron empujar nuevamente al corral de la deuda. Aplicaron el manual completo de la desestabilización y los golpes blandos. Como nunca antes se decantó la disputa con el poder real: los yanquis y su política imperialista.
Sin embargo, la iniciativa política siempre estuvo en manos de nuestro gobierno. Con permanente ampliación de derechos y avances sociales, con una demoledora ofensiva legislativa que aún no se detiene (Parlasur y Argentina Digital), con capacidad de respuesta y reflejos intactos frente a cada provocación del enemigo. Esto profundizó las dificultades de representación política del campamento opositor, quienes optaron por sentarse en fila para recibir las orientaciones del Foro de Convergencia Empresarial y la hoja de ruta de retorno al neoliberalismo. Los embarga una honda preocupación: la plena vigencia del kirchnerismo, la sólida conducción de Cristina y el respaldo popular al rumbo iniciado en 2003. La simple mención a una eventual candidatura de la Presidenta los sumió nuevamente en un brote de histeria.
Restan algunos días para verificar si intentarán reeditar la “efeméride de diciembre”. Planificaron un escenario con un dólar a 20 pesos, inflación del 40% y reservas monetarias perforando los U$S 20 mil millones. No prosperó. Sin muchos recursos políticos (también se les cayó el paro) sólo les queda empantanarse aún más.
Lo sostuvimos en diferentes circunstancias, nació un nuevo movimiento histórico en la Argentina. Esto recién empieza, los desafíos de fondo siguen vigentes. Sigamos en esta, nuestra larga marcha a la victoria.

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