Como el mundo es redondo se aconseja no situarse a la izquierda de la izquierda, porque por esa pendiente el distraído, suele quedar de pronto a la derecha.Hay que escoger entre ser viento o ser veleta.
Armando Tejada Gómez - Poeta comunista

lunes, 13 de octubre de 2014

CON CRISTINA ¡Patria sí, colonia no!


Quién podía afirmar, en los momentos en que la Argentina sucumbía ante el genocidio social del neoliberalismo, que tan sólo una década después nuestro país iba a integrar el frente de naciones emergentes que con mayor firmeza se planta frente a las posiciones hegemónicas e injerencistas de los Estados Unidos. Menos podíamos prever la posibilidad de contar con un liderazgo como el de Cristina. No hay antecedentes en nuestra historia de una personalidad tal, capaz de amalgamar a las principales tradiciones políticas y populares argentinas y abrir el camino hacia una organización común con formas frentistas. La única garantía de continuidad. Por eso cuando reconocemos en Cristina la conducción del proyecto nacional, no lo hacemos en términos declamativos. Difícilmente hubiésemos llegado a donde llegamos sin un manejo audaz de los tiempos políticos, sin una percepción clara de la correlación de fuerzas, sin una política de alianzas amplia pero sujeta a una sólida hegemonía, sin el coraje y el valor frente a la adversidad marcados a fuego en Néstor y Cristina.
En su histórico discurso del pasado 30 de septiembre (en el Salón de las Mujeres y los patios militantes) la Presidenta introdujo, como nunca antes, otro elemento fundamental y metodológico para el análisis y la acción política: la identificación del enemigo principal de los pueblos, que es el imperialismo norteamericano. Con sus términos, sus palabras, sus formas. Cristina describió el juego de pinzas ejercido por factores internos (bancos, exportadores y establishment empresarial) en perfecta sintonía con los movimientos de los yanquis, a través de su Poder Judicial, la Secretaría de Estado y la Embajada norteamericana en nuestro país. Hay un proceso de desestabilización en marcha, que se aplica por etapas, y que no descarta ninguna acción posible. “Si me pasa algo no miren a Oriente, miren al Norte”, avisó la Presidenta.
No existen precedentes en nuestra historia reciente de un nivel de confrontación tan manifiesta con los Estados Unidos. Cristina advirtió que no va a aceptar ningún tipo de ‘monitoreo’ ni ataque a nuestra soberanía. Tampoco vamos a caer en ninguna provocación. Les duele el proceso liberador en nuestra Patria, como les duele el rol objetivamente antimperialista de la Argentina en el concierto de las naciones. Sí, evidentemente Obama la escuchó en la última sesión del Consejo de Seguridad, cuando la Presidenta habló de los buitres económicos y los halcones de la guerra. Esta es la realidad hoy, hace una década éramos los mejores alumnos del continente.
Frente a la nueva corrida sobre el dólar, el gobierno apeló a diferentes instrumentos de la política económica, entre ellas la de obligar a los bancos a mejorar las condiciones de ahorro en pesos para los plazos fijos. Esa fue la primera disposición de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central. Su simple designación fue la respuesta frente a los movimientos especulativos que buscan desestabilizar y sembrar zozobra. Días antes, un buitre local había ‘advertido’ que “si la Argentina no se endeuda en 20 mil millones de dólares, no habrá salida pacífica”. Junto a Vanoli, fueron nombrados en la Comisión Nacional de Valores y el directorio del BCRA otros dos funcionarios expertos en delitos económicos.
En este contexto de agudización de la lucha de clases en nuestro país, el gobierno lanza una ofensiva parlamentaria orientada a institucionalizar muchas de las conquistas alcanzadas durante estos años. Se trata de proyectos ley que tocan nervios importantes del funcionamiento orgánico del Estado y su rol en las relaciones económicas y sociales. Desde las leyes para la regulación del consumo y ley de abastecimiento; la sanción y promulgación del nuevo Código Civil y Comercial; la discusión que se abre en torno a un nuevo Código Procesal Penal; Ley de Hidrocarburos con el norte en el autoabastecimiento energético, y el Presupuesto 2015, cuyo 60% de los recursos se destinan a inversión social.
No hay caso, con Cristina se desconciertan. Lo de la oposición es un capítulo aparte, que revela también una enorme desorientación e impotencia. El enemigo prepara nuevas provocaciones, que vamos a tener que afrontar. El lugar de la militancia es la calle, movilizada, dando el debate de cara a nuestro pueblo. Como nunca antes, Patria o Colonia sigue siendo la consigna.

No hay comentarios.: