Tras el
asesinato del diputado revolucionario Robert Serra, el ministro para
Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, informó
que “según las primeras experticias realizadas y basados en el
principio de la máxima experiencia de investigación criminal, inferimos
que no se trata de un hecho azaroso cometido por la delincuencia común”.
El ministro venezolano, que aparecía ante
las cámaras horas después de confirmar el crimen contra el diputado y
su compañera, leyó un comunicado, no improvisó, dijo con precisión la
información que requería la opinión pública, se levantó de su silla y se
fue.
Mientras leía el comunicado expresó: Estamos en presencia de un homicidio intencional, planificado y ejecutado con gran precisión, según las evidencias observadas
(…) la comisión del hecho se desarrolla en un tiempo de entre 15 y 20
minutos y utilizando un arma de tipo punzo penetrante, la cual produjo
la muerte por choque hipovolémico (hemorragia) en ambas personas.
Ya lo más importante había sido asegurado por las autoridades, no se trata de hampa común.
Horas más tarde, desde Colombia, el
secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur),
Ernesto Samper (Ex presidente de su país), catalogó el asesinato del
parlamentario venezolano Robert Serra y su compañera, María Herrera,
como “una preocupante señal de infiltración del paramilitarismo colombiano” en Venezuela”.
Y aunque los paramilitares y la
parapolítica son dios terribles fenómenos que aquejan a la sociedad
colombiana, la canciller de ese país, María Angela Holguín se apuró a cuestionar a Samper.
Pero no fue el Secretario General de
Unasur el único en considerar que el asesinato de Serra no fue un evento
fortuito. En un artículo titulado “Los héroes de nuestra época”, el
líder cubano escribe: no podría jamás creer que el crimen del joven diputado venezolano sea obra de la casualidad (...) este hecho se ajusta absolutamente a lo previsto y anunciado por los enemigos de la Revolución Venezolana.
Paramilitarismo en Venezuela
En Venezuela hace rato que
paramilitarismo forma parte del debate político interno. Quien estas
líneas escribe, cubrió la captura de irregulares colombianos en una
hacienda cercana a Caracas, el 9 de mayo de 2004.
Cristina González, periodista de oficio y
profesora de la Universidad Central de Venezuela, cree que lo expresado
por el ex presidente colombiano se ajusta a hechos ocurrido en suelo
venezolano.
“Lo que hicieron contra Robert Serra y
María Herrera es exactamente un crimen horrendo, igual que el perpetrado
contra Eliecer Otaiza. En mi opinión, obedecen a amenazas del
paramilitarismo. Es su accionar clásico. Recordemos que en Colombia 3 mil dirigentes jóvenes de la Unión Patriótica fueron asesinados por irregulares, lo que equivale a un verdadero genocidio”.
Recuerda Cristina González que desde
Venezuela se ha denunciado repetidas veces, la relación de elementos
internos con el ex presidente Álvaro Uribe, acusado de fomentar y
mantener a grupos paramilitares.
“Matar a 3 mil dirigentes jóvenes, es una
masacre, un crimen de lesa humanidad. Eso lo hemos visto en Colombia. Y
lo que viene ocurriendo son hechos característicos de estos grupos
criminales. No se puede descartar la relación que dirigentes opositores
venezolanos mantienen con Uribe. Incluso hay que mirarlo a través de la amenaza que el diputado Carlos Berrizbeitia hizo a la bancada revolucionaria, pocos días antes del asesinato de Serra: Tienen sus días contados” .
Los grupos paramilitares que se usan
desde Colombia para operar contra la revolución bolivariana, estima la
profesora González, son parte “del mismo brazo armado que utiliza
Estados Unidos en Ucrania, Afganistán e Irak. Esos paramilitares que
vienen a Venezuela son manejados por Uribe Vélez. Los asesinatos de
Otaiza y Serra han querido hacerlos pasar por hampa común, es decir como
los tristemente famosos falsos positivos”.
DesdeLaPlaza / Ernesto J. Navarro
Fidel Castro se pronuncia por muerte de Robert Serra
El líder y ex presidente cubano Fidel Castro se pronunció este sábado por la muerte del diputado oficialista y dirigente juvenil Robert Serra y de su acompañante Maria Herrera, quienes fueron encontrado sin vida dentro de la vivienda del parlamentario, ubicada en La Pastora, Caracas.
“¡Honor y gloria para el joven revolucionario venezolano Robert Serra junto a la compañera María Herrera!”,
escribió el líder cubano, quien afirmó que “no podría jamás creer que
el crimen del joven diputado venezolano sea obra de la casualidad”.
Indicó que este hecho “se ajusta absolutamente a lo previsto y anunciado por los enemigos de la Revolución Venezolana“,
pero señaló que le “parece absolutamente correcta la posición de las
autoridades venezolanas de plantear la necesidad de investigar
cuidadosamente el carácter del crimen”.
El líder político, en el mismo artículo titulado “Los héroes de nuestra época, también destacó la labor de los primeros 165 médicos y enfermeros que Cuba envió a combatir el ébola en África, específicamente Sierra
Leona, respondiendo a un llamado de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
“Es dura la tarea de los que
marchan al combate contra el ébola y por la supervivencia de otros seres
humanos, aun al riesgo de su propia vida”, escribió Castro, de 88 años, retirado del poder desde 2006 por problemas de salud.
Desde La Plaza/N24/NCH
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